Apenas el pasado jueves el hospital instalado por el Seguro Social en el Autódromo Hermanos Rodríguez recibía a sus primeros 5 pacientes.
Esta instalación solo aceptaría a pacientes del Seguro Social que hubieran estado en otro hospital, que llegaran en ambulancia y lo hicieran para finalizar su tratamiento.
Hoy, 7 días después la realidad cambió los planes, enfermos llegan todos los días a la puerta 6 del autódromo, algunos a pie, incluso conectados a su tanque de vida.
Otros lo hacen en vehículos y una vez adentro un carrito los traslada hasta la zona de triage donde ya hay una unidad de reanimación para los más graves.
Acuden principalmente del oriente del Valle de México, la mayoría no tuvo una hospitalización previa y en muy pocos casos tienen Seguro Social.
El hospital de extensión del IMSS en el Autódromo Hermanos Rodríguez cuenta con 120 camas.
70 por ciento de quienes son atendidos en este lugar no son derechohabientes.
En este sitio como en otros, demandan información, pero parece que los reclamos no van a terminar porque el lugar fue diseñado para culminar el tratamiento de enfermos por COVID-19 antes de darlos de alta, no obstante la realidad es otra cosa y hoy el lugar es una enorme sala de urgencias.
EXCÉLSIOR