Al cumplirse los primeros 18 meses de la llamada ‘4T’, con un reducido público, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio un solitario banderazo para el inicio de las obras de uno de los proyectos ‘insignia’ de su administración: el tren maya.
Y fue enfático en señalar que no habrá ampliaciones presupuestales, ni se perdonarán atrasos para lo conclusión de las diversas etapas de la vía férrea que unirá a los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Ante la representante de la empresa Ingenieros Civiles Asociados (ICA), que ganó la licitación del tramo Izamal-Cancún, el mandatario exigió terminar los trabajos en 28 meses, como es lo acordado.
“Estamos seguros que ICA va a cumplir con el presupuesto, porque ya no hay ampliación y lo mismo en el tiempo (de realización), nada de que llovió mucho y no se pudo” expresó.
Con una inversión de 27 mil millones de pesos y la generación de 15 mil empleos en la zona, inició la construcción de lo que será la etapa 4 que tendrá 520 kilómetros de vía férrea y 224 de carretera ampliada.
López Obrador dijo que este mes se licitará el tramo Cancún-Tulum que se suma a los 4 tramos que se pondrán en marcha esta semana desde Palenque.
Durante la explicación del proyecto, se recalcó que conectará a las 5 entidades a través del ferrocarril para el transporte de carga y pasajeros, además de ser un proyecto con vocación turística.
Una parte de la autopista Mérida-Cancún convivirá con la vía del tren, como ocurre en países como China, Francia y España.
La carretera tendrá 6 entronques, así 40 pasos peatonales y de fauna que, según se expuso, cambiarán la cara de la región.
Este año, la obra generará un total de 80 mil empleos directos mismos que se pretenden duplicar en 2021.
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