De tener mayor movimiento con el Tren Maya, el arroz de la región Sur-Sureste llegará al autoconsumo, pues el productor más importante de la región, Francisco Arias Santana, aseguró que la zona de Campeche y Tabasco tiene la capacidad de producir el arroz que consume la península de Yucatán así como parte de México, siempre y cuando el gobierno federal encuentre mercados internacionales para mandar el arroz mexicano que compita con el mercado asiático y reduzca sus costos de transportación.
Actualmente, de las 750 mil toneladas de arroz que consumen los mexicanos, México importa 90 por ciento.
Con estos datos, Arias afirmó que no hay mejor zona para la producción de arroz que la de los ríos de Campeche y Tabasco.
Arroz Tollocan, no tiene competencia de producción en México debido a las mil 500 hectáreas que siembran en Escárcega, mil 700 en Tabasco, otras mil en Palizada e inicialmente 800 en el Valle de Yohaltún, del municipio de Champotón.
Esto vino a relucir la preocupación que existe con el Tratado Transpacífico, en el que también intervendrá México y en el que darán apertura al arroz vietnamita, país donde 80 por ciento de su población está dedicada a la producción de arroz y que actualmente mantiene la posición número uno en exportación de este producto en el mundo.
Por ello la necesidad que el Tren Maya siente sus bases pronto, pues esto haría que los productores pongan su vista en desarrollar más áreas de siembra de arroz o de otros productos propios de la región y que tendrían un espacio en el movimiento del tren hacia el circuito de la península, y que unos años más adelante tienen planeado unirlo a la ruta del Tren Transístmico para un mayor alcance, he aquí la ambición.
Con la propuesta de las estaciones multimodales, el transporte será la solución para que los productores de arroz y otros lleguen a un mayor mercado de consumo en la península, México e incluso otros países, debido a las estaciones que buscan construir en las zonas portuarias como Seybaplaya, en Campeche, o Progreso, en Yucatán.
Destacó que ya tuvo reuniones con los encargados del proyecto en Campeche y quienes son responsables de administrar las estrategias y técnicas que aglomerarán al compendio de documentos que formarán aún el proyecto ejecutivo, por lo que reveló que en noviembre de este año se reunirán nuevamente para iniciar con las mesas de trabajo que forjarían la trazabilidad del proyecto y los presentarán ejecutivamente para dar una fecha de inicio, siendo la primer etapa el trayecto de Tabasco a Yucatán.
Dijo que esta primera etapa daría la visión de exportación del producto mexicano, y por consiguiente, buscar que haya una mayor producción por parte de los empresarios y pequeños productores, sobre todo cuando en los mecanismos de programas federales sólo atienden a productores de 20 hectáreas pero este producto es de mínimo de 200 hectáreas para que sea redituable, de lo contrario, sólo serían un chiste y no habría verdaderas ganancias.
En este sentido, explicó que precisamente hay un programa por parte de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en el que interviene un organismo conocido como Segalmex, el cual estará encargado de crear proyectos a favor de los productores así como de las compras que requieran para otro proyecto que imitará a tiendas de conveniencia pero que en lugar de traer productos de otros lugares, buscarán colocar los locales para el comercio, entre ellos, el arroz.
Regresando al tema, recalcó que la zona de mayor producción de arroz en Campeche es el sur del estado debido a la presencia de cuencas naturales hidrológicas, por ello esta empresa tiene presencia en los municipio de Escárcega, Champotón y Palizada, además de Tabasco.
“La idea, te lo digo así porque aún está en eso, podrá detonar el desarrollo de la región en cuanto al transporte de personas para el aprovechamiento de los recursos turísticos, por otro lado ya tuvimos la visita de gente de Fonatur así como de la Organización de las Naciones Unidas que vienen a ver se respeten los derechos de las comunidades indígenas que resultarían afectadas por las vías, así como de la gente que vive en los derechos de vía, por lo que cada vez observamos que están concretando el proyecto”, dijo.
Mientras reconocía la situación económica precaria por la que pasa la nación, también dijo que la inversión es ambiciosa, sobre todo cuando recientemente les informaron el costo que tendría la ruta de Tabasco a Calkiní, que es de dos mil millones de dólares –esta sería concesionada-, con esto observan que están construyendo el proyecto ejecutivo.
Derivado de esto, explicó que actualmente Arroz Tollocan trabaja con fletes de transporte terrestre, mismo que cada día se encarece a causa de las alzas en los combustibles. Mencionó como ejemplo que llevar arroz de Escárcega a Mérida les cuesta 400 pesos por tonelada, cuando hace unos años les costaba entre 100 y 150 pesos pues trabajan con diésel.
Dijo que para ellos el Tren Maya es una esperanza pues podrían trabajar con estaciones multimodales que serían funcionales hasta para los transportistas, ya que llevarían el producto empaquetado a la estación, para lo cual usarían vehículos más pequeños donde el combustible tendría un costo menor y los gastos de flete se reduciría.
Proyecto de mayor ambición
La esperanza que tanto promovió el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, estaría reflejada en la construcción de los proyectos de infraestructura que manifestó durante su campaña; el Tren Maya es hoy el proyecto de mayor ambición para le región Sur-Sureste del país y que lleva el sobrenombre de esperanza para el Desarrollo Económico de ésta, debido a lo que representa en cuestión económica para los grandes productores agrícolas de los estados que conforman a la península de Yucatán.
La empresa de Arroz Tollocan ofrece empleo a casi 100 productores de arroz, además de los trabajadores de la Arrocera Escarceguénse que es propiedad de la empresa de la Sociedad de Producción Rural.
En dicho municipio tienen contemplado construir una de las estaciones más importantes del proyecto en su primera fase, pues en esta situarían los talleres de reparación de las vías férreas así como de las locomotoras que estarían recibiendo mantenimiento constantemente para evitar accidentes trágicos, pues el tren viajaría hasta a 150 kilómetros por hora, velocidad que lo haría casi imparable a medio camino y que además automáticamente evitaría asaltos al producto.
“El proyecto es ambicioso, lo tengo en mente desde su anuncio y claro que nos convendría a quienes integramos esta empresa, no solo a nosotros, también a quienes son grandes productores de frutos, verduras, granos o en el caso de nosotros cereales como el arroz, Campeche y la península está camino a desarrollarse y debe ser primeramente con un crecimiento en la producción agrícola pues es la base del autoconsumo y la estrategia para la riqueza del país es precisamente el autoconsumo”, precisó el empresario.
“Sólo que antes de proseguir con este proyecto, deben entregar el proyecto ejecutivo por completo, para que haya certidumbre a los productores y a las comunidades indígenas, quienes estarían muy involucradas con el concepto de oferta de servicios a quienes trabajen o lleguen a radicar en la zona”, agregó.
Jairo Magaña – La Jornada Maya.
