Cangrejo ‘wech’ no cuenta con regulaciones para preservar la especie

“Actualmente no hay ninguna medida que regule su preservación, pues son organismos que históricamente se consideraban abundantes y en cierto grado comunes en las playas de Yucatán”, Julio Duarte, Estudiante del Doctorado en Ciencias Marinas, Laboratorio de Bentos del Cinvestav, Unidad Mérida.

Aunque antes el cangrejo wech era basto en la zona costera de Yucatán, el doctorando apunta que hoy en día el panorama es distinto debido a la erosión de las playas ocasionada por la construcción de estructuras artificiales como muelles y pilotes en las casas de verano.

A esta amenaza, le suma también la contaminación por las descargas de aguas residuales de casas, hoteles, infraestructura portuaria “y también está el disturbio y presión en el ecosistema de playas ocasionado por la gran cantidad de gente que se concentra en estas más que nada en temporadas vacacionales”; además, suelen utilizar a este crustáceo como carnada para la pesca, ya que resulta muy atractivo para los peces.

A pesar de que hay muchas amenazas para esta especie, el especialista explica que en la actualidad no resulta de interés para las autoridades competentes tomar medidas para su preservación, pues estos organismos habitan en playas que contribuyen con la derrama económica.

Este panorama, lleva a la especie a una tendencia hacia la disminución, en especial en las playas más visitadas, quedando en las que son poco concurridas; por lo cual, “lo ideal sería realizar estudios de capacidad de carga de las playas, es decir, determinar el número máximo de personas aceptable en un ecosistema para no causar un gran disturbio y el ecosistema tienda a regenerarse por sí solo”; sin embargo, lamenta que no ve factible que esto ocurra.

El wech, por su nombre científico Emerita talpoida (especie presente en Yucatán, de la familia Hippidae), apunta, es un organismo que, junto con todos los que viven enterrados en la arena, contribuyen como filtradores; específicamente, este tipo de cangrejo es importante “para el intercambio de oxígeno, nutrientes y materia orgánica dentro del ecosistema de playas arenosas debido a que contribuyen a remover continuamente el sedimento en donde habitan”. 

Su preservación es un indicador de la calidad ambiental, pues suelen estar en grandes cantidades en puertos que tienen buen estado de conservación; por ello, el especialista sugiere, de encontrarlos en la zona de rompeolas, dejarlos libres para que puedan nadar y enterrarse nuevamente por sí mismos; asimismo, pide ya no utilizarlos como carnada debido a su baja población actual.

Los weches pueden identificarse porque tienen el caparazón liso y redondeado con forma de barril, y siempre tienen sus patas dobladas hacia adentro de su caparazón, sus ojos son largos y pedunculados con un par de antenas largas y con filamentos que les permiten alimentarse del plancton y partículas suspendidas en el agua de mar, así como una cola o telson (nombre apropiado) bastante largo y musculoso que les permite enterrarse en la arena.  

Nombre común: Wech

Nombre científico: Son crustáceos bentónicos pertenecientes a la familia Hippidae, la especie que hay en Yucatán es Emerita talpoida

Presencia en Yucatán: Hay 4 especies, dos en el Golfo de México y Mar Caribe (Emerita talpoida y Emerita benedicti) y dos en la costa del Pacífico (Emerita rathbunae y Emerita analoga)

Reproducción: Tienen la capacidad de reproducirse todo el año más en climas cálidos, en playas tranquilas; se han registrado entre 1000 y 3000 embriones en el abdomen de la hembra.

Crecimiento: Una vez que eclosionan pasan a un estadio planctónico en larvas llamadas zoeas y posteriormente estas se transforman a megalopas para que finalmente un bajo porcentaje llegue a fase juvenil y finalmente adultos.

Amenazas: Erosión de las playas, contaminación por aguas residuales, utilizarlos como carnadas.

La Jornada

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