En los últimos dos años, la cifra de jóvenes yucatecos que consumen “cristal” (metanfetaminas) se disparó; en 2017 sólo uno por ciento de las 600 personas que recibió el Centro de Integración Juvenil (CIJ) de Yucatán utilizaba esa droga, mientras que a finales del 2018 el porcentaje subió al 10 por ciento, reveló el director de ese organismo, Víctor Roa Muñoz.
La mayoría de los consumidores son oriundos de Buctzotz, Oxkutzcab, Chemax y Ticul, y se especula que existe una relación entre el uso de la droga y los patrones de migración de la población de esas comunidades, indicó. Eso sí, recalcó que a nivel nacional el consumo de “cristal” se está generalizando.
“Hace unos años hubo un incremento importante del uso de la piedra o crack en todo el país, aunque Yucatán estuvo por encima de la media nacional de consumo de esa sustancia. Vivimos en un mundo globalizado, donde se van estableciendo y acentuando modas y patrones de consumo, por eso tenemos que estar alerta para informar y orientar a los jóvenes”, detalló Roa Muñoz.
El director del CIJ admitió que podría haber laboratorios de metanfetamina clandestinos instalados en los municipios, ya que son fáciles de montar. De igual forma, subrayó que la entidad “es una zona de tránsito de drogas hacia el centro y norte del país”.
Se le cuestionó sobre las medidas de seguridad que se toman a nivel estatal para combatir el tráfico de drogas, a lo que contestó que se debe promover la cultura de la denuncia, ya que en algunas comunidades la población sabe quiénes distribuyen las sustancias y por miedo no lo reportan a los cuerpos policiales.
“Debemos fortalecer la cultura de la denuncia para que las instancias legales puedan hacer su trabajo, esto requiere cooperación entre instancias. Sabemos que hay operativos fuertes y vigilancia extrema, se debe seguir con esas medidas”, sostuvo.
Para Roa Muñoz el panorama es “gris” en materia de adicciones, por los constantes recortes federales al rubro de salud; lo cual empuja a asociaciones y autoridades a “ser más creativos” en la materia. Al respecto, calificó como insuficiente la infraestructura en el rubro existente en la entidad y enfatizó que se deben complementar esfuerzos entre los diversos sectores de la sociedad para brindar la atención adecuada a esa problemática.
Ante la inminente regulación de la mariguana para uso recreativo, se debe reforzar la prevención y los modelos de reducción de riesgos y daños, con la infraestructura suficiente para ofrecer un tratamiento adecuado y oportuno a los consumidores, ya que actualmente sólo uno de cada cinco usuarios de drogas recibe tratamiento, concluyó.
Texto: Lilia Balam.
