Un desangelado apagón ciudadano se vivió ayer en Yucatán, pues la respuesta de la sociedad fue mínima en comparación con las miles de quejas en contra de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por los altos costos de la energía eléctrica.
En un recorrido por el poniente de Mérida se constató que los resultados no fueron los esperados, ya que los pocos negocios que pueden abrir a raíz de la contingencia sanitaria permanecieron con las luces encendidas. Mientras tanto, en el Centro Histórico, solo se apagaron las luces del interior de Palacio de Gobierno.
De hecho, datos recabados por este medio en municipios como Kinchil, Hunucmá, Acanceh y Tizimín indican que el mensaje propuesto en días pasados no tuvo eco entre habitantes de estas comunidades.
De hecho, el palacio municipal de Tizimín lució con las luces apagadas no por el “apagón”, sino porque desde el inicio de la contingencia tanto el edificio del Ayuntamiento como el parque principal de la localidad permanecen a oscuras para desincentivar que la gente ande en la calle.
De los resultados del apagón, que incluso fue convocado por organizaciones como la Cámara de Comercio (Canaco) de Mérida, el Congreso del Trabajo de Yucatán y la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), no se supo nada en redes sociales, por lo que finalmente no logró la convocatoria deseada.
ACOM