ACOM | La mitad de las personas que sufren o padecen una discapacidad en Yucatán, con edades de entre 3 a 22 años (unas 38 mil), no van a la escuela o no disponen de centros educativos adecuados para atender sus requerimientos cognitivos.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en Yucatán el 1.9% de la población sufre algún tipo de discapacidad, esto es, unas 65 mil personas personas. De este universo, el 50% en edad escolar no acude a ninguna institución educativa.
El reporte establece que al menos unas 25 mil personas con diversos problemas y capacidades diferentes no disponen de instituciones educativas adecuadas, en su gran mayoría niños que habitan en comunidades rurales y periféricas a la ciudad de Mérida.
Los datos que aporta el estudio “La discapacidad en México, datos al 2014”, menciona que Yucatán se encuentra en lugar 12 entre los estados con mayor volumen de personas con capacidades diferentes.
Las cifras de esta evaluación arrojan que el 11.9% de las personas con capacidades diferentes tienen edades de entre 0 y 29 años, esto es, etapa productiva de aprendizaje pleno. En su caso, de este universo de personas, el 54% son femeninas y el 46 restante son masculinos.
De este informe, que ya tiene 4 años, el 64% de los niños y jóvenes que no acuden a centros educativos tienen problemas psicomotores, 12% tiene problemas auditivos, 11% con deficiencias visuales, 7% problemas mentales y 6% problemas de comunicación.
En el ordenamiento jurídico, la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad señala, en el artículo 7, que la Secretaría de Salud (federal) promoverá el derecho de las personas con discapacidad a gozar del más alto nivel posible de salud.
Sin embargo, no se ha logrado alcanzar esta meta porque no en todos los municipios del estado hay unidades educativas para atender los múltiples problemas que se presentan en aspectos de discapacidad infantil y juvenil.
En su caso, las personas adultas y mayores con capacidades diferentes, tampoco tienen acceso a espacios educativos o de procesos de formación y desarrollo humano integral, lo que marca una serie de requerimientos en aspectos de inclusión que se anteponen al ordenamiento establecido en materia jurídica.
Los datos de esta evaluación consignan que un 10.5% de los niños nacen ya con una discapacidad, lo que en ocasiones no es detectada a tiempo y provoca que los menores sean excluidos, primordialmente deficiencias visuales, auditivas y de comunicación.
Así mismo, que del universo de las personas en edades de 0 a 29 años, un 8% resultan con problemas de discapacidad por accidentes y el 0.6% por violencia.
Desde una perspectiva sociodemográfica, algunos de los fenómenos sociales más importantes son los que tienen que ver con la salud y la educación, ya que muestran un panorama de la situación y evolución social de un país mediante un conjunto de indicadores, establece el documento.
