Una de las dudas que continúa entre la población mundial es cuánto tardan en aparecer los primeros síntomas del Covid-19 con la variante ómicron, la cual tuvo sus primeros registros en Sudáfrica durante el mes de noviembre del año pasado.
Al paso de los últimos meses, donde se registró una “explosión” de los casos del SARS-CoV-2 con la versión más reciente del virus, los datos se han aclarado, aunque aún luce complicado para el entorno científico brindar conclusiones certeras sobre su comportamiento.
Las información sobre sus síntomas, que difieren acerca de la pérdida del gusto y el olfato de las primeras variantes, su mayor transmisibilidad y la reducción del tiempo de incubación luego de una infección son las principales conclusiones.
Los sorpresivos números de casos diarios, que en Estados Unidos se ubicaron hasta en un millón de contagios nuevos por día, se explican gracias al periodo en el cual se hospeda el virus y produce un cuadro infeccioso y sintomático, es decir, entre tres y cinco días; sin embargo, hay situaciones en que dicho lapso se ha acortado.
Por tal razón, el avance de la variante ómicron sorprendió al mundo este mes de enero, pues conforme existe una reducción del tiempo de la incubación del virus, la velocidad de propagación se multiplica y provoca una cantidad masiva de contagios.
Al respecto, si una prueba de detección del virus se realiza antes de los tres días tras la manifestación de los primeros síntomas, es probable que salga negativa; cuando existe una mayor carga viral, a partir de los cinco días, el resultado tiene una mayor certeza.
De acuerdo con las voces de algunos especialistas, el control de la pandemia se dificultó mediante la propagación de ómicron en todo el mundo; no obstante, la recuperación es más rápida en comparación con las primeras infecciones de Covid-19, entre cinco días y una semana, según autoridades de Reino Unido, pero la tos y el cansancio se pueden prolongar.
La recomendación de los 14 días de aislamiento por entes nacionales e internacionales se ha reducido de forma paulatina. Actualmente, en México la Secretaría de Salud (Ss) recomendó un periodo mínimo de siete días y en otros países el lapso se ubica en cinco días, debido a que quienes se infectaron ya no pueden contagiar luego de ese tiempo transcurrido.
