El gobierno de la Ciudad de México analiza el regreso a oficinas y lugares de trabajo bajo el esquema “4×10”, es decir que los empleados se presenten a laborar cuatro días seguidos y luego pasen 10 en confinamiento, con trabajo desde casa y de manera rotativa, para evitar más contagios de covid-19 y mantener la fuerza laboral.
En videoconferencia, José Merino, director de la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), dijo que ese esquema está basado en investigaciones realizadas por académicos del Instituto Weizmann de Ciencias de Israel.
“Por lo menos tienes tres días en que te contagias y te vuelves contagioso; es decir, tienes una ventanita de tres días para hacer tus actividades. Si trabajas cuatro días, aun cuando te infectes no vas a contagiar a nadie, y con 10 días de descanso, en ese trayecto desarrollas los síntomas para ver si te infectaste”, explicó.
Así, si una persona llega a contagiarse en alguno de los días en que fue a trabajar, cuando desarrolle síntomas y sea más contagiosa se encontrará aislada y se evitarán más contagios, abundó.
La jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, aclaró que esa propuesta aún no es definitiva, y que platicará con las cámaras empresariales. La idea es poder aplicarla a partir de que la Ciudad de México pase a semáforo naranja, y terminaría cuando se llegue a verde.
Semáforo y capacidad hospitalaria
Sheinbaum Pardo aclaró que la evaluación de la ocupación de los hospitales en la Ciudad de México para definir en qué color de semáforo se está, comenzará el 1 de junio. No obstante, recordó que diariamente se da un informe sobre dicha situación.
Para este jueves, señaló que los lugares de hospitalización en general en la Ciudad de México están a 80% de su capacidad, mientras que los espacios de terapia intensiva están a 65%. O sea que hay 3 mil 429 personas hospitalizadas y mil 111 intubadas.
No obstante, anunció que se sigue ampliando la capacidad de camas en hospitales de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), así como de los institutos nacionales. De hecho, comentó que el Hospital General recibió ayer 40 ventiladores, lo que le permite abrir alrededor de 200 camas en total.
Como Cuba o Suecia
Ayer, durante la presentación del Plan Gradual hacia la Nueva Normalidad en la Ciudad de México, Sheinbaum Pardo adelantó que se hará un censo “casa por casa” para detector a personas que tengan enfermedades de comorbilidad que puedan ser afectadas por la pandemia.
Hoy detalló que la idea es tener un sistema como el de Suecia o Cuba, donde el gobierno tiene información de cuántas personas tienen diabetes, dónde viven y su situación de salud, lo que permitirá a las autoridades darles una atención más focalizada.
Adelantó que este censo estará bajo la coordinación de la Secretaría de Salud y será hecho por brigadas territoriales de otras dependencias, quienes deberán pasar por un proceso de capacitación.
La jefa de gobierno agregó que también se plantea la realización de un “protocolo de pruebas” que ayude al gobierno a medir contagios. Con ello, apuntó, se podrá ver que, “si comienza a incrementarse el número de personas que entran a los hospitales con síntomas asociados al covid, pues entonces, si estamos en verde y comienza esta situación, regresaríamos a los otros semáforos”.
Detalló que serían pruebas rápidas, aunque todavía deben ver si hay disponibilidad de que sean aprobadas por Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
José Merino, director de la ADIP, aclaró que no se trata de pruebas masivas. “Se tiene que incrementar el número de pruebas, y así se está trabajando para fortalecer el seguimiento epidemiológico de cara a la apertura. Todos los países que van, en términos de infección dos, tres, cuatro semanas adelante de nosotros, así lo han hecho”.
No se trata de aplicarle pruebas a toda la población, sino de identificar a quienes han podido haber estado expuestos y, por supuesto, aislar a quienes ya se confirmaron como positivos, finalizó.
PROCESO
