Desde junio del año pasado, a Harry Gerardo Rodríguez Botello Fierro, avecindado yucateco, pero nacido en la capital del país, un medio de comunicación electrónico le apodó el “Mirrey” porque ha hecho negocios políticos al amparo del Partido Verde Ecologista (PVEM), que por varios procesos electorales fue “socio” del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de cualquier otro partido que aceptara sus condiciones.
En su curriculum oficial, se asienta que Botello Fierro fue presidente del comité ejecutivo del verde en Coyoacán en el 2006 y desde ahí arrancó una larga carrera de representación política en Michoacán, Coahuila, entre el 2007 y 2008, hasta que en el 2011 “aterrizó” en Yucatán como Secretario General del Consejo Político.
Se autonombró -o más bien se puso- en la lista preferencial para ser diputado local en el 2012, meta que logró con gran facilidad al establecer una alianza con el PRI. Su gestión como diputado concluyó en el 2015 y su papel en el Congreso fue simple: levantar la mano para apoyar todas las iniciativas del Ejecutivo en turno.
En las elecciones del 2018, de nuevo se alió con el PRI y se desempeñó como coordinador de campaña en Benito Juárez, en Quintana Roo, al mismo tiempo fungió como delegado nacional y se encargó también de las negociaciones de candidaturas en Yucatán.
A Harry Rodríguez las cosas le han salido fácil nuevamente. Ahora, siendo presidente del Verde en Yucatán, de nuevo se puso en la lista de purinominales al Congreso. Aunque en esta ocasión, las elecciones del 2021 no le favorecieron numéricamente porque obtuvo 03.03% de votos en la contienda. Su partido, el verde, ganó 4 municipios.
Su perfil de egresado de la carrera en Derecho le ha permitido ser representante del PVEM ante el órgano electoral estatal y tomar diversos cursos en material electoral y de coordinación de campañas.
Tal parece que Botello Fierro llegó a Yucatán para quedarse y seguir haciendo negocios -tal como citó un medio de comunicación- bajo la sombra del Verde.
ACOM
