Jorge Carlos Ramírez justificó la salida de militantes del PRI como algo lógico -se verían mal si se quedan- dijo el senador yucateco.
“Siempre es una pena que alguien se salga del partido, pero la verdad es que tiene lógica, algunos hasta mal se verían si se quedan. Son gente que trabajó con la licenciada Ortega, mal se verían si no la siguen, ya que ella les dio la oportunidad de participar en política”, estableció.
Explicó que aun no están definidas las posiciones federales y será hasta el ocho de enero cuando los partidos entreguen su lista de precandidatos.
“Con respecto a las candidaturas indígenas la acción afirmativa que promueve el INE, requiere un análisis más detallado, ahora se está pidiendo que sea un candidato perteneciente a una comunidad indígena y por eso el partido debe de poner mucha atención a este tema”, dijo.
“Hay muchas organizaciones dentro del PRI que tienen representación indígena, la CNC es la más antigua y representativa, pero Antorcha Campesina que ha estado participando, también tiene representantes campesinos y tiene grandes oportunidades” enfatizó.
A pregunta expresa sobre sus aspiraciones a la alcaldía de Mérida, Ramírez Marín señaló que, está trabajando al interior del PRI en el análisis de la situación completa y en las condiciones pasa saber qué hacer.
Argumentó que su asistencia a la ceremonia religiosa del aniversario de la fundación de la ciudad, evento convocado por el ayuntamiento de Mérida, al que acudió acompañado de su esposa, “es porque soy católico, creo en Dios y que la misa es una oportunidad de dar gracias”, sostuvo.
“No siempre había tenido la oportunidad de estar en Mérida por estas fechas, y hoy estoy aquí y vine”, agregó.
Expresó que el arzobispo tocó puntos muy sensibles de la vida de la ciudad, tanto en lo espiritual como lo social, en lo práctico y en la definición de dónde se puede seguir promoviendo el desarrollo de asentamientos.
“Mérida tiene que disminuir sus brechas de desigualdad, pues no podemos tener sociedades tan desiguales en una misma ciudad, como una Mérida del norte y una Mérida del sur o una Mérida dentro del periférico y otra fuera de ella”, repuso Ramírez Marín.
Lamentó que la ciudad esté dividida por una calle -calle 61-, al norte y una muy diferente hacia el sur.
“La ciudad debe ser para todos y dar la misma oportunidad a todos”, señaló Ramírez Marín, quien dijo que su presencia en la misa obedeció únicamente a su fe religiosa.
ACOM
