El arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, dedicó la homilía de la Misa por la Patria al cuerpo sanitario que ha dedicado su esfuerzo para enfrentar al COVID-19.
Rodríguez Vega celebró ayer la Misa por la Patria, con la que se reiniciaron las actividades religiosas en Yucatán, luego de 180 días del cierre de templos u oficios religiosos, tras la declaración de emergencia nacional.
El Prelado dedicó la homilía a los nuevos héroes nacionales y señaló la dedicación, el compromiso y el valor de los médicos, enfermeras, asistentes y profesionales de la medicina que confrontan largos horarios y extenuantes problemas en el auxilio de sus pacientes y enfermos infectados por el virus.
La catedral de Mérida abrió sus puertas nuevamente bajo estrictas medidas de seguridad sanitaria, la celebración religiosa por el Día de la Independencia reunió a unas 100 personas, entre funcionarios estatales, municipales, medios de comunicación y un grupo de feligreses que acudió a misa, tras seis meses de no hacerlo de manera presencial.
El arzobispo Gustavo Rodríguez Vega ofició una buena parte de la ceremonia con cubre bocas y aplicando las nuevas disposiciones mandatadas por la Conferencia del Episcopado Mexicano para los ritos y ceremonias en las iglesias católicas, con sana distancia, entregando el sacramento de la comunión en la mano para los comulgantes y el distanciamiento ante aspectos como el intercambio en el saludo de la paz.
El líder religioso habló de las nueva realidad que viven los católicos yucatecos y señaló de manera fuerte, “la pandemia no es un castigo de Dios”, es la oportunidad de reflexionar y establecer cambios para todos en nuestras formas y actos y en la necesidad de recuperar aspectos de nuestra “casa común”, nuestro entorno y nuestro planeta.
Destacó que desde niños nos enseñaron sobre los héroes que forjaron nuestra patria y a quienes conocimos como héroes intachables; sin embargo, fueron personas de carne y hueso y cometieron errores y también grandes aportaciones, como también lo hicieron a quienes se les identifica como anti héroes de nuestra patria.
Hoy debemos reconocer, el verdadero esfuerzo de los nuevos héroes de nuestra nación, que son todo el personal sanitario que lucha contra la pandemia, no ha concluido y permanecerá aún más tiempo, hasta que la ciencia logre controlar el daño.
“Ha sido un verdadero sufrimiento para muchos católicos ver las puertas cerradas de los templos y no poder ir a la eucaristía. Ha sido un dolor hablar delante de una cámara, aun sabiendo que, miles de laicos seguían la eucaristía” —declaró.
“El sufrimiento es para el pueblo de Dios en general, pero fue un mal necesario para cuidarnos y protegernos en esta pandemia que todavía no acaba. Gracias a Dios que hemos llegado a un momento en que se han podido abrir negocios y que la iglesia abre sus puertas, pero hay que proceder con cautela”, sostuvo desde el púlpito.
El Prelado subrayó: “muchos no creen hasta que alguien en su familia o ellos mismos se han visto contagiados, pero no es cuestión de creer o no creer, es una realidad palpable.
“Pedimos por las autoridades civiles, pero especialmente con más fuerza en este tiempo porque han necesitado de mucha sabiduría para tomar las mejores decisiones a favor de nuestro pueblo; fortaleza para las contradicciones y críticas de los que no han comprendido las medidas, y por eso necesitan de nuestra oración”, manifestó.
Finalmente, Rodríguez Vega señaló que, “en algunos lugares las autoridades civiles no han estado a la altura de las circunstancias, gracias a Dios aquí sí, aunque haya medidas dolorosas, los hemos visto comprometidos”.
ACOM
