Acanceh ha perdido a 12 de sus habitantes a causa del coronavirus y tiene 9 contagios activos, sin embargo, la población se ha dividido en dos bandos: los que creen en el coronavirus y los que piensan que es un invento para ejercer control en la población.
La población aún no se reponía por los 7 fallecidos a causa del alcohol adulterado, cuando comenzaron los fallecimientos por COVID-19.
En el parte informativo de las autoridades de salud, este día se confirmaron 31 casos en el municipio de aproximadamente 18 mil habitantes, donde 12 personas han perdido la vida a causa de la pandemia.
Pese al incremento de casos y fallecimiento, entre los vecinos existe una lucha de entre quienes ponen su esmero en prevenirse de contagios y quienes aún creen que el COVID-19 es un mito que fue inventado por los gobiernos.
En un sondeo realizado en el primer cuadro del municipio, los ciudadanos coincidieron que las muertes en parte son resultado de la terquedad de la gente, ya que, a pesar de saber de la ola de contagios y defunciones, aún continúan sin tomar las medidas implementadas por las autoridades.
De esta manera, se resisten a la sana distancia, principalmente en las filas de transporte público y venta de verduras, frutas y carnes, pese a que los propios vendedores tienen lonas informativas, líneas perimetrales e invitan a sus consumidores a hacer caso a dichas medidas.
En algunos casos, ha sido necesario desalojar a los compradores de los puestos en vista de que no acatan los reglamentos.
Por otro lado, también los comentarios fueron de descontento debido a la reducción de horario que las autoridades municipales realizaron a algunos sectores de comercio y servicios del municipio para reducir los tiempos de atención a la gente, alegando que esa reducción de horarios hace que surja la aglomeración de personas en un solo lugar.
También en dicho sondeo se logró vislumbrar la desinformación e inclusive incredulidad con la cual se toma este virus, ya que algunos vecinos del lugar aún piensan que “todo es un invento de los gobiernos mundiales para controlar a las personas o un mero distractor de corrupción e impunidad”.
Mientras tanto, en las calles de Acanceh siguen viéndose aglomeraciones de personas una lucha entre los que se deciden cuidar del virus y quienes creen que literalmente es un cuento chino.
ACOM
