Con un campamento para mirar hacia las estrellas, más de 30 niños de Mérida se iluminaron con el conocimiento a través del curso de verano STEAM, que durante dos semanas estimuló su creatividad e imaginación.
En la hacienda Dzoyaxché, dentro de la Reserva Ecológica de Cuxtal, fue que estuvieron los niños de distintas comisarías alrededor como Molas. Ahí aprendieron sobre Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas (STEAM, por sus siglas en inglés).
Los niños crearon manos hidráulicas para aprender de ingeniería, que funcionaba como un aparato que se movía al inyectarle agua a una grúa pequeña de madera. También realizaron pinturas y dibujos, así como pequeños satélites de cartón, como resultado de su experiencia viendo las estrellas.
Daniela Tarhuni, coordinador del programa, declaró que el propósito era descentralizar el aprendizaje de la ciudad de Mérida hacia sus comisarías, las cuales muchas veces están cerca pero no reciben incentivos para esas áreas del conocimiento.
“Estimular a los niños rinde buenos frutos, se trata deportes o artes, pero en cuanto a campos STEAM no es tan común o cotidiano. Si tienen experiencias positivas lo más seguro es que busquen experiencias y se dediquen a campo científico”, indicó. El curso se realizó a través de un apoyo del consulado de Estados Unidos en la península de Yucatán y con la Reserva Ecológica de Cuxtal.
Paul Matos/ACOM
