Nuevos hallazgos en la zona arqueológica de Kulubá

Por Martha López Huan

El arqueólogo yucateco del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Alfredo Barrera Rubio, recientemente terminó los trabajos de campo realizados durante siete meses en la zona ecoarqueológica de Kulubá, ubicado al Oriente de Yucatán, que ahora cuenta con cinco palacios mayas.

–La cuarta etapa del proyecto Kulubá, autorizado por el Consejo Nacional de Arqueología, inició en noviembre 2019 y terminó en abril pasado, aunque por la pandemia del Coronavirus los trabajos se suspendieron unos meses –manifestó Barrera Rubio, que en 43 años de trayectoria ha recibido múltiples reconocimientos en Yucatán y Rusia.

En entrevista exclusiva para dar detalles de lo que será la zona prehispánica número 18 que se abrirá al público en los próximos meses en Yucatán, Barrera Rubio brindó detalles de los nuevos hallazgos de Kulubá, la ciudad maya-tolteca que albergó a personajes de élite que veneraban el cosmos, el agua, la fertilidad y la naturaleza.

El especialista exploró cuatro estructuras que forman parte del núcleo central de Kulubá, cuya plaza central mide 100 metros de largo por 100 de ancho en forma rectangular con 14 estructuras.

–Los trabajos de exploración e investigación ya se terminaron, ahora estamos en etapa de análisis de los artefactos y materiales encontrados, como cerámica, obsidiana, concha y 29 huesos de entierros. Todos los materiales se están analizando y valorando, los resultados se publicarán con sustentos fuertes a finales de este 2021, ya falta poco –precisó.

En las excavaciones correspondientes a la primera estructura, ubicada en el costado poniente de la Plaza, se encontró el Palacio de los Pilares, que tiene 55 metros de largo, 15 de ancho y bóvedas colapsadas de seis metros de alto, “aunque originalmente la altura era de 12 metros”.

–Lo interesante es que tenía adosado otro castillo, en lugar de uno encontramos dos palacios en una misma estructura, al segundo lo denominamos el Palacio Itzá o Palacio de la Ocupación de los Itzáes, porque los edificios muestran dos momentos importantes de los mayas en Kulubá: el Clásico Tardío (600-900 a.C.) y el Clásico Terminal (850 a 1,050 a.C.) –explicó el investigador del INAH Yucatán.

La primera mansión de los reyes prehispánicos corresponde al Clásico Tardío y la segunda, que estaba integrada a la primera estructura trabajada es un palacio del tipo de galería, con columnas interiores, del Clásico Terminal.

El último palacio muestra el apogeo de Chichén Itzá “está muy claro en la pintura mural, arquitectura y cerámica, es algo que está patente en los materiales arqueológicos que encontramos”.

Con esos dos descubrimientos, Kulubá ya tiene en total cinco palacios mayas.

Barrera Rubio, autor de los libros “En busca de los antiguos mayas: historia de la arqueología en Yucatán” y “Fray Estanislao Carrillo y el Enano de Uxmal”, habló de otros hallazgos en Kulubá: dos subestructuras.

–Descubrimos un altar que está enfrente del Palacio de los Pilares y le denominamos Altar de los Depósitos, porque ahí se encontraron depósitos subterráneos que servían para almacenar sal o granos, como ramón y maíz –reveló.

Esos depósitos se encuentran sobre una plataforma que registra dos etapas de ocupación: el Regional, es decir, el Clásico Tardío.

En el caso del altar pequeño hay cinco depósitos unidos a una plataforma.

–A la segunda subestructura la denominé Plataforma de los Depósitos, es una estructura un poco rara, poco usual en la arquitectura maya, tiene contrafuertes en su alrededor y una escalinata que culmina con una terraza en la parte superior –reveló.

Alfredo Barrera Rubio, galardonado el año pasado en Rusia por sus aportaciones, investigaciones y descubrimientos sobre la cultura maya, desconoce si Kulubá se incluirá como parte del proyecto Tren Maya.

Sin embargo, destaca la importancia del sitio arqueológico que no es de primer rango, según los mapas arqueológicos.

–Kulubá está catalogado en cuarto rango en los mapas arqueológicos, pero en base con las exploraciones que realicé desde la primera temporada de investigación 1989-2000 debería ser de tercer rango, ya que es un sitio que permite comprender la naturaleza de un asentamiento por sus propias dimensiones, que no es tan extenso como Chichén Itzá o Uxmal, pero por sus características permite adentrarnos y conocer la estructura de la sociedad maya reflejada en el lugar –aseveró.

Otra particularidad de Kulubá es que fue un sitio clave para los itzáes, uno que Chichén Itzá llegó a dominar para controlar la producción de cacao y el acceso a la costa norte que era importante por la producción de sal y el comercio.

Esos factores y el hecho que en el Nororiente de Yucatán haya un sitio con edificios de pie, con arquitectura visible, hacen que Kulubá sea muy importante.

–Sí hay lugares arqueológicos en el Oriente de Yucatán, pero tienen sepultada su arquitectura, en cambio Kulubá tiene su infraestructura de pie y además los trabajos han demostrado que tiene muchas diferencias en relación con otros sitios arqueológicos mayas del Estado –precisó.

En los últimos siete meses de trabajo, el arqueólogo descubrió que Kulubá tiene otro sistema de construcción “y la estructura que tiene contrafuertes es diferente a lo que hemos encontrado en otros lugares. Hemos descubierto un área poco conocida arquitectónicamente”.

Barrera Rubio dijo que Kulubá será un nuevo atractivo y gracias al aporte económico del INAH y del gobierno de Yucatán, “será un detonador turístico que beneficiará a la comunidad del Oriente del Estado, ya que tendrá mejores servicios y accesos”.

ETAPAS DE EXPLORACION Y MANTENIMIENTO

La primera etapa de rescate y exploración del sitio, que cuenta con el Palacio de los Mascarones, el Palacio de la U, el Palacio de Los Chenes y los recientemente descubiertos el Palacio de los Pilares y el Palacio de la Ocupación de los Itzáes, comenzó en 1989-2000.

En 2003 se realizó otra etapa de exploración y mantenimiento gracias al Programa de Empleo Temporal y en 2018, gracias a un convenio entre el INAH y la administración de Rolando Zapata Bello se realizaron trabajos de investigación y mantenimiento en el Palacio de los Mascarones y de las U.

Los trabajos de la cuarta etapa en la zona ecoarqueológica de Kulubá, descubierta en 1939 por el estadounidense Wylly Andrews, se reanudaron en febrero de 2021 y terminaron a mediados de abril pasado.

Por otra parte, el ganador de la Medalla Yucatán y la Medalla Yuri Knosov, dijo que a sus 43 años de trayectoria en el INAH, está lejos del retiro: “Confucio decía: ´Si te gusta lo que haces, no es trabajo´ y lo que hago es un gusto. Es una satisfacción estar todavía en activo en mi profesión, siempre tuve la vocación por la arqueología y continuaré investigando, pondré mi mejor esfuerzo por esta carrera. Continuaré con todas mis fuerzas”.

Se mostró entusiasta y orgulloso por los trabajos de exploración, mantenimiento y rescate de la zona arqueológica de Kulubá, cuyos hallazgos pronto descubrirán los visitantes nacionales, locales y extranjeros.

El lugar es atractivo no sólo por sus rejolladas y edificios que albergaron a los reyes mayas, sino por su peculiar belleza arquitectónica distribuida entre la selva baja de Yucatán.

El acceso aún es un poco difícil, pero las autoridades del gobierno del Estado y del INAH pronto construirán una carretera y abrirán al público la zona arqueológica número 18 de Yucatán.

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