Bomberos y policías municipales estuvieron activos, pero en esta ocasión fueron los animales quienes pusieron a chambear a los agentes.
El primer caso se dio en el municipio de Kinchil, donde los rescatistas estatales y uniformados locales atendieron el reporte de auxilio de un perro que, por un descuido, cuando subió al brocal, resbaló y cayó al fondo de un pozo de un predio de la calle 18 entre 25 y 27.
El travieso perro fue salvado sin complicaciones por los bomberos de la SSP.
Mientras en Samahil entrada la noche en la esquina de la calle 29 con 26, justo del campo de béisbol una serpiente se contoneaba quitada de la pena, por lo que el motociclista Francisco Balam llamó a la policía para que la capturen y pongan a salvo en su hábitat, antes que reciba pedradas. El reptil tenía cerca de 2 metros de largo.
Por último, a escasos kilómetros del entronque de Chunchucmil, vecinos de Celestún se quejaron de que frecuentemente por las noches se ven a varias reses merodear a la orilla de la vía federal.
Incluso los ganados a veces pasan a cornear a los que circulan.
Las autoridades de esta zona ya dieron aviso a los dueños de los ranchos, sin embargo, hacen caso omiso y ponen en peligro a los automovilistas y motociclistas que transitan por el tramo Kinchil – Celestún.
“No nos queda otra que un día de estos vamos a hacer un toro en chocolomo, a ver si así, los dueños se ponen las pilas”, finalizaron los del puerto.
ACOM