El desarrollo e infraestructura que se edificará en Progreso traerá un impacto socioambiental que debe de ser previsto y cuantificar los daño que ocasionará, señaló el investigación y ambientalista Jorge Herrera Silveira, especialista en la Unidad de Recursos del Mar, del Centro de Investigaciones y Estudios Aplicados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav-Unidad Mérida).
Herrera Silveira comentó que son importantes los proyectos económicos que se realizarán en Progreso, pero también será vital incluir los recursos para la atención y cuidado de las zonas de humedales y manglares que serán afectados.
El investigador habló de la importante de los problemas de las zonas costeras en el marco del Día Mundial de los Humedales que se celebra este 2 de febrero -es necesario y vital para el desarrollo económico de Yucatán-, dijo.
La Secretaría de Hacienda, los legisladores federales y estatales deben de ser responsables de garantizar que los recursos que se destinen a estos proyectos sean debidamente establecidos y cuidados. Las políticas públicas han desmantelado a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y la Profepa se ha quedado sin personal para supervisar y atender las denuncias por abusos y daño ambiental en desarrollos costeros.
Por ello, es importante llamar la atención de los órganos legislativos a devolver los recursos suficientes a estas dependencias que garantizan que los ordenamientos ambientales se cumplan y no se realicen más obras como espolones, muelles, obras y complejos habitacionales en áreas de dunas costeras.
“Estamos promoviendo aspectos preventivos para el desazolve de pasos de agua en las zonas costeras. Un año de intensas lluvias fue benéfico para los humedales del litoral yucateco, pero también ha provocado concentración de sedimentos en los pasos de agua que deben de recibir mantenimiento”, comentó.
Es necesario que las zonas costeras reciban este mantenimiento para garantizar que los volúmenes de agua dulce que están generando encharcamientos en las zonas costeras vayan al mar. De lo contrario, sí no se realiza este mantenimiento y se presenta otro año irregular en volumen pluvial, quienes pagarán las consecuencias serán los moradores que habitan estas zonas.
“Es innegable que llegamos tarde a atender los problemas de los humedales que se advierten claramente con el cambio climático, pero será importante que, no se dañe más y se eleve el nivel del impacto a estos recursos marinos y costeros. Por ello, la discusión al emprender y aprobar estos proyectos debe incluir el recurso que se deberá destinar para atender la mitigación y el impacto de estas obras y proteger y preservar estos espacios”, comentó.
ACOM
