Apenas hace un año, la tienda “CN” donde labora doña Guadalupe Fernández Paredes era una de las pocas que había sobrevivido a la crisis económica que generó la pandemia por coronavirus.
Mientras varios comercios cercanos bajaban la cortina, este pequeño establecimiento de la calle 69 por 58 afrontaba una dura realidad, aunque poco a poco, la propia situación le fue ganando.
En entrevista, la trabajadora aseguró que su principal problema fue el retiro de los sitios de ascenso y descenso que estaban a las puertas del comercio y que por varios años atrajeron a miles de clientes a sus puertas.
“Eran buenas ventas, salía para todo. Se amontonaba la gente por una sabrita o un refresco, y a veces daba tiempo de comprar dos panuchitos, una torta, lo que sea”, explicó.
A mediados del 2020, las autoridades estatales determinaron modificar los paraderos en la urbe, los cuales fueron alejados varias cuadras y divididos en ascenso y descenso, situación que afectó a varios comercios que ya enfrentaban la falta de clientes.
En el caso de esta tiendita, la modificación de los paraderos fue el motivo que les causó estragos, al grado que poco a poco, la situación económica se fue tornando más difícil y hoy, prácticamente pende un hilo ante las escasas ventas que enfrenta, junto con prácticamente todo el comercio de los primeros cuadros de la ciudad.
“Quitan los paraderos, prácticamente las ventas se fueron por los suelos, hasta la fecha, uno no se puede recuperar todavía”, externó.
Los comerciantes pugnan porque las autoridades municipales apliquen una nueva modificación en la ubicación de paraderos, de modo que estos sean más accesibles para los ciudadanos, lo que redunde en una recuperación en las ventas.
ACOM
