Dos iniciativas serían presentadas por senadores, para prohibir su venta a menores de edad en todo el país y para triplicarles los impuestos; en tanto, la Jefa de Gobierno también analiza la prohibición en la CDMX.
El senador por Oaxaca Salomón Jara Cruz presentará una iniciativa para prohibir la venta de alimentos y bebidas de alto contenido calórico a menores de 18 años en todo el país, mediante una modificación a la Ley General de Salud y a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, informó el sábado el legislador.
Propondrá también que el Impuesto Especial a la Producción y Servicios (IEPS) a alimentos procesados y bebidas azucaradas de alto contenido calórico sea el equivalente a la mitad de su precio, y que los recursos recaudados de este impuesto incrementado a bebidas azucaradas o edulcoradas y los alimentos de alto contenido calórico se destinen a atender los problemas y enfermedades asociadas a la obesidad y malnutrición.
Por su parte, Alejandro Armenta Mier, presidente de la Comisión de Hacienda, dijo la semana pasada que en la sesión de este miércoles presentará la iniciativa para reformar la Ley del IEPS para elevar de 1.2 pesos a 3.2 pesos por litro a las bebidas azucaradas, y aumentar de 8% a 20% el impuesto a alimentos no básicos con alta densidad calórica, es decir, superior a 275 calorías por cada 100 gramos de producto, con el propósito de que entren en vigor el 1 de octubre.
Advirtió que, si la industria alimenticia y refresquera pretende endosar el impuesto a la población, como consumidor final, se buscarán medidas para que sean ellos quienes tengan que absorber el costo de la afectación a la salud que sus productos generan a la población.
El viernes, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum dijo que analizaría con los disputados la implantación de la prohibición de la venta de estos productos a menores de 18 años en la capital del país.
Estas iniciativas fueron detonadas por la decisión del Congreso de Oaxaca de prohibir la venta de refrescos y productos chatarra a los menores de edad en ese estado.
Los analistas financieros consideran que estas modificaciones tendrán efectos en el sector, que de por sí registró en el segundo trimestre una clara desaceleración en el volumen de ventas de estos productos, por los efectos de confinamiento y otras limitantes para su consumo, dijo Monex en un reporte.
Recordaron datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ubican a México como el país número uno en consumo de refresco y de bebidas azucaradas, con un consumo promedio de 163 litros per cápita al año; 38%, es decir, 45 litros más que el consumo promedio de los estadounidenses, que de por sí consumen siete veces más refresco que el promedio mundial.
Citaron también datos del Instituto Nacional de Salud Pública que indican que cada mexicano consume en promedio 66% más azúcar que lo que recomienda la OMS, lo que produce obesidad y diabetes.
Indicaron que en promedio una familia mexicana destina 10% de sus ingresos a la compra de refrescos, y que la región del sur es una de las más atractivas para los productores de estas bebidas, con Chiapas como el mayor consumidor de refresco en el país, y posiblemente del mundo, añadieron, pues así lo señalan algunos estudios.
Dijeron que su atención en el tercer trimestre estará puesta en las medidas que las empresas del sector tomarán para evitar que el consumo se vea afectado.
Aristegui Noticias
