La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó de manera condicionada la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del Tramo 5 Sur del Tren Maya, tras un proceso de evaluación récord de apenas 35 días. El resolutivo no se ha hecho público, ya que forma parte de las pruebas que Fonatur presentó ante el Juzgado Primero de Distrito para el desahogo de la audiencia del próximo viernes 1 de julio.
El pasado martes 21 de junio, la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la Semarnat entregó el resolutivo al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), que, a su vez, lo presentó ante el Juzgado Primero de Distrito, ya que el 1 de julio el juez Adrián Fernando Novelo Pérez resolverá el recurso de revisión por el que se mantienen suspendidas las obras del tramo 5 sur del Tren Maya, que va del municipio de Solidaridad a Tulum.
Debido a diversos amparos de grupos ambientalistas, las obras del Tramo 5 Sur se detuvieron desde el pasado 18 de mayo; el 15 de junio Fonatur impugnó esa decisión. Tras el resolutivo de Semarnat, el juez dio un plazo de cinco días más para analizar el documento y definir este viernes si continúan o no las obras en dicho tramo.
Organizaciones y colectivos han mostrado su indignación porque la MIA se autorizó de manera fast track y el resolutivo no ha sido publicado por la Semarnat. Por su parte, Fonatur dijo a MILENIO que forma parte de sus evidencias, por lo que corresponde a Semarnat darlo a conocer posteriormente, a través de la Gaceta Ecológica.
Entre los colectivos y ambientalistas, ha circulado únicamente la página 408 del resolutivo de 444 páginas, donde se da a conocer que la DGIRA determinó que el proyecto “es ambientalmente viable, por lo tanto, ha resuelto autorizarlo de manera condicionada”.
El pasado 17 de mayo, Fonatur sometió ante la Dirección General de Impacto Ambiental de la Sermarnat la MIA del Tramo 5 Sur del Tren Maya, modalidad regional, que fue elaborada por el Instituto de Ecología (Inecol) de Conacyt, en el que se reconocen afectación al sistema de cuevas, cenotes y cavernas de la zona. De acuerdo con el micrositio de Semarnat, ese mismo día se integró el expediente de la MIA y su evaluación se llevó a cabo el 19 de mayo.
Greenpeace y el Centro para la Diversidad Biológica llamaron a Semarnat a negar la autorización para continuar con el tramo 5 Sur del Tren Maya y pidieron a Profepa emitir las sanciones por el desmonte de 300 hectáreas. Lo anterior, tras analizar la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) Regional correspondiente al Tramo 5 Sur de dicho proyecto, que el 18 de mayo Fonatur presentó de forma extemporánea, derivado de la presión de organizaciones. Resaltaron que presentarla fuera del tiempo establecido por la ley, constituye un motivo para la cancelación de las obras.
También se detectaron una gran cantidad de omisiones e imprecisiones en información consideradas esenciales para determinar los impactos ambientales que conllevará la construcción del tramo 5 del Tren Maya; como la superficie de vegetación forestal por afectar o el total de especies registradas tanto de flora como de fauna.
Asimismo, hay una violación a las regulaciones locales ya que, por ejemplo, el Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de la Región denominada Corredor Cancún-Tulum, prohíbe el dragado, relleno, excavaciones, ampliación de los cenotes y la remoción de la vegetación y el tramo 5 pasa por al menos tres cenotes y por una región de cuevas de acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
