Alrededor de 34.9 millones de personas viven en municipios con alto grado de vulnerabilidad, es decir, con escaso acceso a salud pública, producción económica precaria y nulo alcance a medios de comunicación, que los deja susceptibles frente a la pandemia de covid-19.
Las estimaciones fueron presentadas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el Índice de Vulnerabilidad, el cual propone un aumento en las medidas de prevención en los municipios que no registran casos de covid-19, ya que su infraestructura sanitaria no está preparada para afrontar un brote local.
“Es importante evaluar el posible levantamiento anticipado de las medidas de mitigación de contagio en municipios de vulnerabilidad crítica, sin haber controlado la epidemia en otros municipios, específicamente aquellos con los que tengan mayores vínculos socioeconómicos”, sugiere el reporte de expertos de la UNAM.
En el índice participaron especialistas de los Institutos de Geografía, Geofísica, Matemáticas Aplicadas de las facultades de Medicina y Ciencias, y la Coordinación de la Investigación Científica.
“Incorpora consideraciones demográficas, socioeconómicas y de salud para la construcción de un mapa nacional con detalle a nivel municipal”, señala la Universidad Nacional.
Se señala que, 8.9 millones de personas viven en municipios rurales, con población indígena y mayor de 60 años, y una marginación por encima de la media nacional.
Cuatro grados
El índice considera cuatro grados de vulnerabilidad: medio, alto, muy alto, crítico, basados en aspectos demográficos, socioeconómicos y de salud de la población a nivel municipal.
Además, evalúa el número de camas hospitalarias de cuidados intensivos, y asociados a complicaciones de covid-19, como diabetes, hipertensión, sobrepeso y enfermedades respiratorias.
Asimismo, dimensiona las características de agua, electricidad, drenaje, piso, hacinamiento y dispersión de la población. En el rubro de dimensión demográfica, se considera la discriminación en la prestación de servicios de salud, o debido a una menor capacidad de comunicación con personal médico que no hable lengua indígena.
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