Hay una paradoja de una ciudad que tiene buena conectividad, apunta Bernardo Navarro
En Mérida existen claroscuros en el tema de transporte público: transbordos innecesarios que duplican los costos de traslado y el tiempo, gente que viene de la periferia tiene que ir al centro para luego trasladarse a otro lado. “Eso es profundamente injusto”, indicó Bernardo Navarro Benítez, coordinador del Observatorio de Transporte y Movilidad Metropolitana, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Hay una paradoja de una ciudad que tiene buena conectividad, avenidas, calles, sin embargo se hace mucho tiempo en el transporte y se gasta de más, agregó
Este martes, el doctor en economía urbana habló sobre el tema en la Universidad Modelo, como parte del primer encuentro Transporte y Movilidad Urbana de dicha casa de estudios, el cual concluye este viernes 15 de marzo.
De acuerdo con Navarro Benítez, Mérida es un raro caso en la República Mexicana: el sistema de transporte tiene buenas condiciones, pero el defecto grave es que el área metropolitana es demasiada extensa para la población.
Para ejemplificar el problema, apuntó que Mérida tiene más o menos el tamaño del área metropolitana de Guadalajara, pero es ocho veces menor en población.
Entonces, dijo que los viajes son muy largos y por lo tanto se vuelven costosos. Además detectó que la mayoría de las rutas de transporte van de la periferia al centro o viceversa, pero la capital va cambiando porque se van generando subcentros urbanos, por lo que se requieren viajes transversales que muy pocas rutas lo ofrecen.
Situr, agregó, es una de ellas, pero tiene frecuencias bajas, es decir pasan pocas unidades: tarda en pasar.
En su opinión deben modificar esta tendencia pero sin matar al centro que tiene una vitalidad que hay conservar. “Hay que dar alternativas transversales directas de corredores opcionales para cumplir con lo destinos», manifestó.
Por las características de la ciudad, el experto señaló que el metrobús no sería factible, ya que hay bajas densidades de demanda, pero sí puede haber corredores de transporte urbano, autobuses modernos, con paradas fijas y rutas express, menos paradas pero con un precio más elevado.
Además opinó que se podría usar un transporte ferroviario y aprovechar las vías férreas que ya existen en varias partes de la ciudad. Tendría que realizarse un análisis y estudios para determinar cuáles se podrían usar y de qué manera.
Insistió en que se debe mejorar la calidad del transporte y buscar nuevas alternativas de transporte, pero sin excluir a los transportistas quienes deben cambiar su mentalidad.
También comentó que la adecuada movilidad, conectividad y accesibilidad son esenciales para la productividad urbana y el bienestar social. “No sirve tener un hospital de alta especialidad, si no hay accesibilidad en el transporte público”; apuntó.
Aunado que el servicio debe ser incluyente y amigable con el medio ambiente.
“La movilidad tiene que poner en el centro de su corazón a los usuarios y ciudadanos… que el foco sea el bienestar del ciudadano”.
En general dijo que se actualmente las ciudades deben optar y promover por un transporte multimodal. Es decir, que una persona pueda tomar un transporte masivo, metrobús, Uber, camión de calidad, a cierto punto, para luego tomar una bicicleta u otro medio de transporte. Todo esto apoyado de las nuevas tecnologías, y que tengan rutas inteligentes y transversales.
Sin embargo, recalcó que no existe una fórmula que deba copiar Mérida, sino que tiene que haber una participación de todos los agentes vinculados a la movilidad: Transportistas, autoridades adecuada legislación y normatividad, usuarios, y generar mucha negociación.
