Aeroméxico alcanzó un acuerdo para sumar 28 nuevos equipos a su flota, como parte de la reestructura del convenio que tenía con el fabricante estadounidense Boeing, y que también supone un ahorro de 2,000 millones de dólares en los contratos de arrendamiento de 18 aeronaves que opera actualmente. El acuerdo contempla la incorporación de los modelos 737-8 y 737-9 MAX, cuyas entregas se pausaron por casi dos años a causa de dos accidentes en los que estos equipos se vieron involucrados. Además, la aerolínea prevé sumar cuatro nuevos Boeing 787-9, también conocidos como Dreamliner, que la aerolínea comúnmente usa para vuelos de largo alcance hacia el mercado europeo y asiático. “Estos acuerdos representan la confianza de nuestros colaboradores, clientes, arrendadores, fabricantes, inversionistas y socios comerciales en el futuro de la aerolínea bandera de México. Además, nos dará mayor flexibilidad para completar otras negociaciones y seguir fortaleciendo a Aeroméxico para concluir el proceso de reestructura bajo el Capítulo 11 a finales de este año”, dijo Andrés Conesa, director general de Grupo Aeroméxico, citado en un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
La incorporación de los primeros equipos se tiene prevista para este año, con nueve aviones que estarán operando a partir del próximo verano, mientras el resto llegará en el segundo semestre del 2021 y durante el 2022. La flota actual de Aeroméxico es de 107 aviones, que quedó reducida por la pandemia de COVID-19 desde las 125 aeronaves operativas registradas al cierre de 2019. En su momento más crítico en términos de flota, la aerolínea redujo sus aviones en operación hasta 101 equipos. La aerolínea se abstuvo de confirmar a Expansión si estos aviones se sumarán a la flota actual de 107 aviones, o si se retirarán algunos equipos previamente. La flota actual de la aerolínea consta de 47 aviones Embraer 190, 42 Boeing 737 y 18 Boeing 787 Dreamliner. El acuerdo –en el que participaron otros proveedores y entidades financieras–, aún deberá ser aprobado por la Corte del Distrito Sur de Nueva York en Estados Unidos, a cargo del proceso de reestructura financiera bajo el Capítulo 11 que Aeroméxico inició desde el 30 de junio de 2020.
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