Luego de que los defensores de animales criticaron la labor de los caleseros, integrantes de la Unión de Conductores y Pequeños Propietarios de Carruajes de Yucatán se defendieron.
Aseguran que el trabajo que los caballos realizan se encuentra supervisado por veterinarios, al tiempo que se rige por un reglamento fijado por las autoridades municipales.
“No hay ese maltrato que ellos dicen o ellos piensan. Hay un desprestigio o una mala información respecto a este caso. A veces, se portan agresivos contra nosotros, cuando nosotros tratamos de darles la mejor vida posible, primero nuestras familias”, dijo Eduardo Echeverría, secretario general de esta agrupación.
Aclararon que los caballos realizan en promedio dos viajes en una jornada de hasta 5 horas por día, mientras que, en temporada alta, pueden efectuar hasta 4 en ese mismo lapso.
Negaron que los animales tengan que cargar el peso de hasta 5 personas por calesa, pues su única función es jalar el carruaje, el cual, no significa mayor esfuerzo para el animal.
Señalaron que los caballos también reciben agua y sombra, al tiempo que insistieron en que están bajo una revisión constante por veterinarios de la Universidad Autónoma de Yucatán, con quien la agrupación tiene un convenio de colaboración.
Los especialistas a cargo de esta actividad afirman que los últimos 5 años, los conductores de calesas han mejorado las condiciones en las que se encuentran los caballos para efectuar su labor.
“La mayoría de los caballos están en buenas condiciones, los que están bajos de peso, le hacemos las observaciones a los propietarios de que deben ganar o hasta que nosotros no observemos que tienen una buena condición no se reincorporan al trabajo”, explicó José Manuel Blanco Molina, responsable de la Clínica de Grandes Especies de la Facultad de Veterinaria de la UADY.
En torno a la propuesta de sustituir las calesas de tracción animal por eléctricas, los conductores afirmaron que es una opción que solo sería viable si las autoridades les apoyan en la adquisición y mantenimiento de estos vehículos, aunque insisten en que esto tampoco evitará que las calesas tiradas por caballos se extingan.
ACOM
