Al cumplirse los 30 días de visitas de las ánimas, es importante despedirlas. La tradición en los pueblos de Yucatán es ofrecerles rezos, reponer las flores y las velas del altar, brindar nuevas ofrendas y dedicarles emotivos recuerdos, esperando que el próximo año vuelvan a visitar su casa.
La tradición de la despedida implica también alegría, gozo y buenos augurios, porque las ánimas de los difuntos disfrutaron su “estadía” entre los vivos y acompañaron a sus familias en la comida y las bebidas que se depositaron al inicio del mes.
El coordinador de Lengua y Cultura Maya del Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya del Estado de Yucatán (Indemaya), Felipe de Jesús Castillo, señaló que esta tradición es parte de las muchas formas en las que las comunidades mayas dan testimonio de sus formas de pensamiento.
“La celebración del Hanal Pixán no termina el día 2 de noviembre después de comer mucbipollos. En los pueblos de Yucatán, la celebración se extiende por espacio de 30 días, propiamente hasta concluir el mes de noviembre. Para algunas personas, la despedida se realiza con el ochavario, al octavo día de la celebración de difuntos, pero para otras más, este espacio de tiempo es más amplio y acompañan a sus difuntos hasta finales de noviembre” explicó.
La despedida de las almas es también un ritual en donde se retira el altar presentado a “los visitantes” donde durante 30 días se han colocado viandas, frutas, agua, algunos dulces e incluso juguetes, si hubiera algún niño difunto en la familia, destacó.
Algunas familias despiden a sus difuntos en el biix o también conocido como ochovario. Según las tradiciones mayas, a la semana siguiente se realiza, una semana después del día 2 de noviembre.
Es común que en algunas casas se prepare comida abundante, nuevamente pibes, otras más, guisos y tamales, polcanes y otros antojitos que les permitirá a las ánimas llevarse mucha más comida para su viaje, que durará un año y regresen “a su lugar”.
“En las comunidades, la celebración del Hanal Pixán dura toda una semana, durante el resto del mes, se ofrecen novenas, rezos y renovaciones de la mesa que se presentó inicialmente”, abundó.
En muchas ocasiones, se han documentado despedidas con música, celebración para establecer el compromiso de que el año venidero también serán bien recibidas las ánimas en su reencuentro con los vivos.
ACOM
