La pandemia por coronavirus en Yucatán orilló al cierre de mercados y espacios públicos en diversos municipios del estado, para tratar de frenar la propagación del virus en la población.
Uno de los municipios que adoptó esta medida fue Acanceh, el Ayuntamiento ordenó cerrar desde el pasado 5 de abril su centro de abasto hasta nuevo aviso, por lo que los locatarios se quedaron sin un espacio para ofrecer sus frutas, verduras, carnes y otros productos de primera necesidad.
Acanceh es un municipio ubicado a 33 kilómetros de Mérida, que tiene una población aproximada de 18 mil habitantes, y al día de hoy registra 59 casos y 21 fallecidos por coronavirus, lo que lo ubica en el ‘top 15’ de las localidades más golpeadas por la pandemia en el estado.
A cuatro meses del inicio de la crisis por coronavirus en Yucatán, los comerciantes locales han buscado la forma de desplazar sus productos, algunos lo han hecho en sus casas o a través del servicio a domicilio.
Pese a la medida, el número de contagios en la localidad no disminuye y los vendedores cuestionan la eficacia del cierre de su central de abastos y fuente de ingresos.
Estebana Puc Ek, comerciante de frutas y verduras en el mercado, por el cierre del mercado reubicó temporalmente su venta en su domicilio en la calle 21 por 10 y 12, casi a la salida a Cuzamá.
Sin embargo, sus ventas no fueron ni el 80% de las que tenía en marzo antes de que el COVID-19 paralizara casi por completo la actividad comercial.
Por ello, doña Estebana decidió encontrar un sitio más cercano al primer cuadro de la población donde se concentra un mayor número de personas; pidió a una de sus conocidas le dejara vender en su casa, a unos metros de la plaza principal.
“Ha subido un poco a como estaba antes, pero no es nada comparado con el ingreso que obtenía previo al COVID; muchas de las marchantes ya no salen a realizar sus compras”, explicó.
La vendedora está preocupada por las bajas ventas, su esposo, de oficio albañil, perdió su trabajo, y es con lo poco que vende a diario su único ingreso y subsistencia.
En Acanceh, los carniceros, por la restricción vehicular impuesta en Yucatán, tuvieron que sortear y pedir permisos para salir en las madrugadas a sacrificar los cerdos para su venta por la mañana.
Aunque de inicio les preocupó no saber si se les iba a permitir circular fuera del horario establecido, por tratarse de una labor esencial tienen permiso para realizar sus labores.
Otros comerciantes han encontrado en Facebook un espacio para ofertar sus productos a domicilio; revolucionan la forma de hacer comercio para personas que, antes de la pandemia, ni siquiera utilizaban esa red social.
ACOM
