Esta mañana, el Colectivo por la Protección de Todas las Familias en Yucatán, Unidad de Atención Sicológica, Sexológica y Educativa para el Crecimiento Personal (UNASSE) e Indignación, presentaron el informe El arcoíris también brilla en Yucatán, un documento que detalla los avances y retrocesos que la diversidad ha vivido en la entidad yucateca en el marco del Día Internacional para Salir del Closet.
Lourdes Medina, abogada de Indignación, expuso que los avances por los derechos de las personas de la comunidad LGBTTTI han sido un trabajo colectivo – donde están involucradas diversas personas, organizaciones, asociaciones…– “han mostrado su interés, su fuerza y sobre todo esta lucha por reivindicar estos derechos”.
Compartió que el documento cuenta con la cronología que vivió la comunidad en el estado hasta llegar a la aprobación del matrimonio igualitario en 2021, así como sobre el reconocimiento de los derechos de familia y otros derechos.
“Todavía hay una deuda pendiente como son los derechos sociales ante las instancias como el IMSS, el ISSSTE, que todavía hay una lucha o tener que hacer un proceso legal para poder hacer la igualdad de derechos en parejas del mismo sexo”.
“Cuando nos dimos cuenta que el reunirnos con tomadores de decisiones, con actores clave no daba el resultado inmediato que se buscaba, nos encaminamos a analizar y diseñar las estrategias jurídicas que empezaron a dar el resultado”, apuntó Amelia Ojeda Sosa, representante jurídica de UNASSE.
A pesar de esto y los avances en torno al matrimonio igualitario y el concubinato, visibilizó que “la deuda continúa con relación a filiación, no se está todavía aceptando el registro de hijos e hijas aunque se hayan casado después de la reforma”.
En otro tema pendiente, señaló que, desde el 2018, hubo una iniciativa en el Congreso del Estado en pro de las personas trans; sin embargo, esta fue desechada por la actual legislatura, junto con muchas otras iniciativas que dejó pendientes la diputación local pasada.
“Es, por un lado, un reto, pero también una oportunidad para que las personas trans realicen las acciones de incidencia que corresponden”, opinó.
Abundó que el cambio de documentos que sean acordes con la identidad de género de las personas ha representado obstáculos en la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y en la Secretaría de Relaciones Exteriores, “necesitamos una política pública donde se capacite, se forme a todos los servidores y servidoras públicas para que den la atención adecuada a las personas LGBTIQA+”.
El representante del Colectivo por la Protección de Todas las Familias en Yucatán, Alex Orué, expresó que él llegó a vivir a Mérida hace siete años porque se enamoró y “aquí decidí hacer mi hogar y me di cuenta que había muchos obstáculos para que mi familia fuera reconocida”.
Así, empezó a conectar con personas de la comunidad en la búsqueda de aportar en pro de sus derechos, entonces nació el colectivo que, resaltó, lleva en su nombre la palabra “familias” para reapropiarse de ella, posicionándose ante grupos antiderechos que dicen defender a “la familia”.
Narró entonces cómo fue el proceso del matrimonio igualitario que, luego de votarse dos veces en contra por medio de urnas secretas, desde el colectivo promovieron amparos que ganaron ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y culminó en la tercera votación que, ahora sí, fue abierta y reconoció este derecho para parejas del mismo sexo.
Este año, continuó, ya la diputación local actual armonizó las leyes secundarias en torno al derecho al matrimonio igualitario, pero “no queda ahí ni siquiera para las parejas del mismo género, faltan muchísimas cosas”.
Sobre esos pendientes, también señaló la ley de identidad de género, capacitación a personal de fiscalías y dependencias de gobierno para atender a la comunidad LGBTTTI sin discriminación, así como políticas de prevención de discriminación.
